¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!
domingo, 15 de marzo de 2015
BAILES TRADICIONALES RUSOS
Todas las entradas
BAILES TRADICIONALES RUSOS
Bailes tradicionales rusos
RIA Novosti / Borís Barabánov
El baile es una modalidad de expresión corporal y artística muy arraigada en la conciencia y las tradiciones populares rusas. Es prácticamente imposible enumerar la cantidad de diferentes bailes y danzas que existían en la Rusia antigua y los que siguen existiendo hasta hoy día. Llevan nombres muy diferentes según la canción con la que se baile (por ejemplo, la denominación de los bailes seni y kamárinskaya provienen de sendas canciones con el mismo nombre; seni en ruso significa parte de la antigua casa rusa entre la entrada y el salón; y kamárinskaya recibió su nombre por un distrito rural en la Rusia zarista cerca de la actual provincia de Moscú), por la cantidad de bailarines (párnaya, por parejas, chetviórka de cuatro) y algunas veces por el dibujo del baile (pleten, de seto; vorotzá, de vorota, puertas grandes). Pero todos estos bailes tan diferentes en su modalidad interpretativa tienen algo en común, algo muy propio de cualquier baile típico ruso: la amplitud de movimiento, el arrojo, una especial jovialidad, poesía, combinación de modestia y simplicidad con un gran sentido de la propia voluntad.
El baile ruso no es símbolo del pasado. Todas sus formas —jorovod, kadril, etc.— existen hasta hoy, en un proceso de transformación continua de acuerdo con las exigencias de la vida contemporánea. Sus movimientos revelan las líneas del carácter nacional ruso. La danza originaria expresa la fuerza y el poder del hombre ruso, su valentía y coraje, ingenio, atención y respeto hacia la mujer. Para las danzas femeninas son propias la ligereza y suavidad, seriedad y modestia, rigurosidad y sencillez, una noble continencia en la expresión de sentimientos y de su propia dignidad, algunas veces vivacidad, gracejo y coquetería que no llegan a ser melindrosos. El arte nacional del baile ruso se basa en los juegos populares, antiguas ceremonias, canciones y corros.
Las crónicas y obras literarias antiguas del siglo XI describen bailes populares rusos.
La adopción del cristianismo contribuyó al desarrollo de la cultura y el arte popular. Para el desarrollo de la danza ha sido muy importante la labor de los skomoroji, artistas callejeros que viajaban y se compenetraban con las peculiaridades artísticas de los habitantes locales en diferentes zonas del país. De este modo el skomoroshestvo (juglaría) en la Rusia antigua desempeñó un papel crucial en la formación de la coreografía popular. Precisamente en aquellos tiempos aparecieron las formas escénicas de los bailes populares.
A mediados del siglo XVI el aumento de la influencia religiosa en la vida seglar repercutió negativamente en el arte popular. Viendo en las danzas populares reminiscencias del paganismo, la Iglesia contuvo a los músicos, los bailarines y los cantantes. En el siglo XVII el zar Alejo I promulgó un decreto que posibilitó las represalias contra los skomoroji. Pero ninguna prohibición podría “ahogar” el amor de la población por los bailes y los cantos que continuaban viviendo con el pueblo y desarrollándose prolijamente.
El siglo XVIII es la época relacionada con el nombre de Pedro I, el incansable reformista. Durante aquel período tuvieron lugar profundas transformaciones en la cultura y con estas el baile adquirió un carácter más laico. Mientras tanto los bailes populares no solo se conservaban, sino que desarrollaban nuevas formas.
Tras la Revolución de Octubre de 1917 comenzaron a proliferar nuevas manifestaciones del arte coreográfico en compañías profesionales o colectividades de aficionados. La afición artística fue un peculiar continuador y sucesor de la tradición. Si anteriormente los bailes rusos se interpretaban durante las fiestas, juegos populares y bodas, desde aquel momento empezaron a ocupar un lugar muy importante en el repertorio de teatros profesionales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario