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jueves, 7 de mayo de 2015

EL TANGO (3)

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La Guardia Vieja[editar] El pianista porteño Rosendo Mendizábal, autor de "El entrerriano" (1896), uno de los tangos clásicos que inauguraron la Guardia Vieja. Artículo principal: Guardia Vieja (historia del tango) Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Grabaciones originales de tangos de la Guardia Vieja. "El criollo falsificado" (El porteñito) (A. Villoldo) Grabación de 1906, grabado por Alfredo Gobbi y Flora Gobbi, "Los Reyes del Gramófono". MENÚ0:00 La letra es una parodia de los inmigrantes italianos que buscaban identificarse como "porteños". ¿Problemas al reproducir este archivo? El tango propiamente dicho se inicia con la Guardia Vieja. Todos los estudiosos reconocen esta etapa y la denominan del mismo modo, aunque existen diferencias sobre el momento que marca el inicio y el final de esa etapa. La Academia Nacional del Tango ubica el período entre 1895 y 1925 y lo divide en dos subetapas, un primer momento de eclosión del tango y un segundo momento de formalización, en el que se instala socialmente. I. La eclosión[editar] Varias parejas de hombres bailan el tango en el Río de la Plata. El baile entre hombres y la inversión de roles, fue una característica del tango desde sus inicios, lo que ha dado lugar a opiniones diversas sobre las razones. La película Tango de Carlos Saura, posee una bella escena de baile entre varones, realizada por Julio Bocca y Carlos Rivarola.57 La corriente contemporánea de tango queer reivindica estas prácticas originales para proponer un baile sin roles fijos. Luego de varias décadas de combinaciones musicales, líricas y culturales, ya en las dos últimas décadas del siglo XIX, el tango había dejado atrás las formas iniciales del tango antiguo (milonga campera evolucionada con toques de habanera, candombe, tango andaluz y zarzuela), y adoptaba cada vez más una definida forma original, con identidad propia, ingresando a la etapa que se conoce como la Guardia Vieja. Para reflejar esa originalidad empezó a ser definido por los propios músicos como "tango criollo". Coincidentemente, en la última década del siglo XIX comienzan a aparecer las partituras de tangos.Nota 2 En 1898 se imprime el primer tango con autor registrado, "El entrerriano", del afroporteño Rosendo Mendizábal, considerado por muchos estudiosos como el primer tango propiamente dicho.58 Un año antes, en 1897, se había designado por primera vez al nuevo género como "tango", en la zarzuela Justicia Criolla de Ezequiel Soria.59 En 1899 el violinista Ernesto Ponzio compone "Don Juan" y en 1903 Ángel Villoldo compone "El choclo". El escritor José Portogalo relata un diálogo entre el payador Gabino Ezeiza y Ponzio en aquel momento inicial del tango: Del encordado salían como chispas las notas. -¡Mi Dios, como lo maneja este pibe!...- barboteó el pardo (Ezeiza) dando un salto en la silla. Al "Pibe Ernesto" no le hizo mella la alabanza y siguió haciendo diabluras con su instrumento. -Che, ¿y eso cómo se llama?...- volvió a interrumpir el cantor. -Es un tango, Don Gabino -contestó el muchacho una vez terminada la pieza- lo compuse en lo de "Mamita"... ¿Le gusta?... Se llama "Don Juan". José Portogalo60 Para entonces las ciudades puerto de Buenos Aires y Montevideo son romerías en las que pululan cientos de miles de trabajadores inmigrantes procedentes de las más diversas naciones y hablantes de los más diversos idiomas,Nota 3 mayoritariamente varones, que entablan relaciones con las poblaciones locales provenientes de la colonización española, con múltiples orígenes y mestizajes indígenas y africanos, en el que jugaron un papel crucial las mujeres. Montevideo, que tuvo su pico inmigratorio antes que Buenos Aires, pasó de 100.000 habitantes en 1865 a 300.000 habitantes en 1908.61 Buenos Aires, por su parte dejará de ser "la gran aldea" de 1870, con una población que no llegaba a 200.000 personas, para ubicarse entre las ciudades más grandes del mundo en 1914, con más de 1.500.000 habitantes.62 En aquel momento único de interacción multiétnica y multicultural, casi sin paralelo en el mundo, aparece el tango rioplatense, entre mediados de la década de 1890 y fines de la década de 1910. El tango se independiza de la milonga y adquiere una definida personalidad propia.45 Tangos como "El entrerriano" y "Don Juan", que fijaron la estructura de tres partes que caracterizó a los tangos de entonces,45 compositores como Ángel Villoldo, autor de "El choclo" y "La morocha", con un estilo definido en sus canciones que por primera vez llevan letra,45 orquestas "típicas" como las de Vicente Greco y Juan Maglio (Pacho), y el ingreso del bandoneón alemán, al final de la etapa, definen con claridad el nacimiento del tango propiamente dicho. Suárez y Necochea, esquina histórica del barrio de La Boca, asociada con los orígenes del tango, en la que se concentraron varios de los cafés tangueros de principios del siglo XX.43 El tango iba llegando a públicos más amplios ingresando a los espectáculos teatrales, cafés, carpas, circos, salones de baile y cabarets. Siguiendo esa evolución, el tango canyengue original se fue transformando para "adecentarlo", suavizando o eliminando directamente los cortes y quebradas, y comienza a bailarse en la calle y en los patios de los conventillos, hasta que en los años 1920, ya sin la mácula de danza prohibida, comenzara a dominar el llamado tango de salón, también conocido como tango de pista o tango liso.33 Tangos emblemáticos de la Guardia Vieja «El Entrerriano» (1896) de Rosendo Mendizábal. MENÚ0:00 El primer tango en versión del Tano Genaro de 1913. «El choclo» (1903) de Ángel Villoldo MENÚ0:00 Versión Banda de la Ciudad de Buenos Aires en 1907. ¿Problemas al reproducir estos archivos? Asimismo, a partir del 1901 comienzan a ser grabados los músicos argentinos, mediante los recientes inventos del fonógrafo (cilindros) y el gramófono (discos). Entre las grabaciones de tango más antiguas se encuentran "El pimpollo" (1904), "El negro alegre" (1907), "El choclo" (1907), "El porteriño" (1906), "El esquinazo" y "Cuidado con los 50" --el primero del autor con letra-- de Ángel Villoldo; "Patagones" (1905) de Gabino Ezeiza; "El taita" (1905) de Higinio Cazón; "La vida del carretero" (1905); "El tango de la muerte" (1906); "La morocha" (1906) de Villoldo y Enrique Saborido e interpretado por Flora Gobbi; "Un criollo falsificado" (1907) de Los Gobbi; "Te pasaste" y "Che, sacámele el molde", de José Luis Roncallo; "La Reina de Saba", de Rosendo; "Me entendés lo que te digo", de Ernesto Borra; "No arrugués que no hay quien planche", de Miguel Calvello; "Recuerdos de la Pampa" y "Cabo cuarto", de Alfredo C. Bevilacqua; "Tango de los negros" (1907) de Arturo de Nava; "Don Juan" (1910) por la orquesta típica de Vicente Greco, la primera grabación con bandoneón.63 64 65 66 "La morocha" (1905), de Ángel Villoldo y Enrique Saborido, el primer gran éxito del tango cantado. En la primera década de 1900 comienzan a destacarse los primeros y las primeras cantantes de tango, sobre todo estas últimas, como la legendaria cantante de zarzuelas Lola Membrives, Andrée Vivianne y Linda Thelma, entre otros, así como las primeras grabaciones, entre las que se destacan los registros de Alfredo Eusebio Gobbi y su esposa Flora Gobbi, conocidos como "los reyes del gramofón" por la gran cantidad de cilindros y discos que grabaron. Los primeros éxitos de aquel tango canción fueron "Hotel Victoria", "El porteñito" y sobre todo el gran éxito de "La morocha" de 1905, "tango azarzuelado" con música de Enrique Saborido y letra de Ángel Villoldo, estrenado por la propia musa que lo había inspirado, la bailarina uruguaya Lola Candales y grabado originalmente por Flora Gobbi.67 Yo soy la morocha, la más agraciada, la más renombrada de esta población. Soy la que al paisano muy de madrugada muy de madrugada brinda un cimarrón. (...) Soy la morocha argentina, la que no siente pesares y alegre pasa la vida con sus cantares. Soy la gentil compañera del noble gaucho porteño, la que conserva el cariño para su dueño. La morocha (Ángel Villoldo) Pese a este primer brote del tango cantado, aún faltaba una década para que madurara el tango-canción propiamente dicho, que tendrá como máximos exponentes a Pascual Contursi como letrista y a Carlos Gardel, como cantor. "Lo que cantaban Villoldo, Gobbi, Mathon, las cupletistas, no eran tangos tales como ahora entendemos, sino un híbrido de cuplé y milonga", dice Gobelo.68 El bandoneón[editar] Buenos Aires cerca del 1910. Jóvenes trabajadores bailan tango entre hombres y escuchan a un bandoneonista en la vereda. Oscar Zucchi, principal estudioso del bandoneón en el tango, sostiene que el bandoneón se integró al tango poco antes de 1910.69 Si bien existen varias constancias de la presencia del bandoneón en el Río de la Plata mucho antes, fue recién en la primera década del siglo XX que el bandondeón pasó a ser el instrumento central del tango. Al igual que el piano, hubo resistencias por parte de los músicos para aceptar la presencia de un instrumento que requería estudio y adaptación rítmica y musical. Se trata de un instrumento alemán, cuya invención se atribuye a Heinrich Band en 1846. Fabricado en Alemania, fue la firma Alfred Arnold Bandonion fundada en 1911, fabricante de los famosos "AA" ("doble A"), la que se ganó la preferencia de los músicos rioplatenses. El ingreso del bandoneón y en segunda medida del piano al tango, modificó radicalmente la integración musical de los conjuntos y orquestas tangueras, que hasta ese momento se componían sobre la base de la flauta, el violín y la guitarra. Con esa integración, el sonido del tango tenía un estilo saltarín y vivaz, que marcaba la flauta. A partir de ese momento la flauta comenzó a desparecer del tango y la guitarra se vio relativamente postergada. Pero además el ingreso del bandoneón influyó sustancialmente en un notable cambio en el sonido tanguero, que conduciría a la Guardia Nueva, una nueva etapa en la historia del tango: La inclusión del bandoneón en los conjuntos de música popular coincidió con un cambio de ritmo y de articulación que impuso una ejecución lenta y ligada. El arrastre de las notas y el ligado continuo, le quitó la vivacidad saltarina al tango, tornándolo moroso y lento. El tango saltarín y compadrito es un efecto que se obtiene tocando "staccato-picado" y los bandoneonistas estaban muy lejos de lograr tal forma de ejecución por su escaso dominio del instrumento. Oscar Zucchi69 Aparece el bandoneón «Don Juan» (1898) de Ernesto "El Pibe" Ponzio. MENÚ0:00 Por la Orquesta de Vicente Greco en 1910, primera orquesta típica con bandoneón. «La sonámbula» (1912) de Pascual Cardarópoli. MENÚ0:00 Primer solo de bandoneón grabado por Juan Maglio (Pacho) en 1912. ¿Problemas al reproducir estos archivos? Entre los precursores que abrieron el camino del bandoneón, se destacan el violinista Carlos Posadas, el "Pardo" Sebastián Ramos Mejía, y Antonio Chiappe. El bandoneón marcará a la llamada Generación de 1910, que se caracterizó por pegar un salto en la instrumentación del tango, antes que en la diversificación de los estilos. En 1910 aparece -y de ahí el nombre- la "orquesta típica criolla", denominada así por Vicente Greco, incorporando el bandoneón junto a la guitarra, la flauta y el violín.70 Juan Maglio (Pacho) fue el primero en grabar un solo de bandoneón en 1912 interpretando el tango "La sonámbula". Otras grabaciones importantes de bandoneón en esa primera época del instrumento correspondieron a Genaro Espósito, Vicente Loduca.71 II. La formalización[editar] En la primera mitad de la década de 1910, el tango empieza a tener una amplia difusión internacional. Comienza una nueva era para el género, con el aporte de músicos mejor preparados, la incorporación de letras evocativas del paisaje del suburbio, de la infancia y de amores contrariados, y la difusión mundial del baile. Había habido una primera avanzada a Europa, en 1907, por parte de Los Gobbi y Ángel Villoldo, seguidos en 1911, por Enrique Saborido y Carlos Vicente Geroni Flores. En 1913 hay una segunda incursión encabezada por el pianista Celestino Ferrer, con el bandoneonista Vicente Loduca y el violinista Eduardo Monelos, acompañados esta vez por una pareja de bailarines, Casimiro Aín (el Vasquito) y su compañera Martina, que conmovieron al viejo continente, con una danza sensual que revolucionaba completamente los modos de bailar e incluso de relacionarse con el cuerpo y entre los géneros.72 73 El grupo de tangueros argentinos en Europa tomó el nombre de la Murga Argentina, y sobre sus aventuras y desventuras, Enrique García Velloso escribió El tango en París.73 Por la misma época El Cachafaz (Ovidio José Bianquet), quien se volvería el más famoso bailarín de tango de la historia, instaló su academia de baile en Buenos Aires,74 mientras llegaba a Hollywood el italiano Rodolfo Valentino, quien año después se volvería una celebridad mundial adoptando la identidad de un bailarín argentino de tango. Poco antes de que comenzara la Primera Guerra Mundial en 1914 el emperador de Alemania, Guillermo II prohibió que los oficiales prusianos bailaran el tango si vestían uniforme. El órgano oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, apoyó abiertamente la decisión en los siguientes términos: El káiser ha hecho lo que ha podido para impedir que los gentilhombres se identifiquen con la baja sensualidad de los negros y de los mestizos (…) ¡Y algunos van por ahí diciendo que el tango es como cualquier otro baile cuando no se lo baila licenciosamente! La danza tango es, cuanto menos, una de aquellas de las cuales no se puede de ninguna manera conservar ni siquiera con alguna probabilidad la decencia. Porque, si en todos los otros bailes está en peligro próximo la moral de los bailarines, en el tango la decencia se encuentra en pleno naufragio, y por este motivo el emperador Guillermo lo ha prohibido a los oficiales cuando estos vistan uniforme.75 Las prohibiciones del tango en Europa indicaban la difusión creciente del baile en los países que en ese momento eran "el centro" del mundo. Ya en 1913 se hablaba de la tangomanía desatada en Europa.76 El desparpajo innovador de la danza y el cuestionamiento a las costumbres establecidas sobre la relación de las personas con sus cuerpos, "provocó el más grande escándalo que se haya verificado jamás en la historia de las costumbres modernas".75 Un periodista italiano de la época, reflexionando sobre las razones del éxito del tango, escribía por entonces: Las viejas polcas y las anticuadas mazurcas y los acompasados lanceros no podían ya satisfacer el alma moderna empastada de sensibilidad. Apenas se podía soportar el antiguo vals alemán con sus giros en cuatro tiempos, destinado más a las personas atléticas que a las mujeres modernas de faldas ajustadas. Un baile, dicen, que no hace más que repetir continuamente un único paso y que no representa otra variedad que el girar en sentido inverso, es ejercicio demasiado monótono, demasiado serio, demasiado poco plástico, y para nada destinado a traducir a través de gestos las esquisitas e inadvertidas variedades del ritmo. Los viejos bailes no fotografían ni la música ni el estado psíquico de quienes danzan. El alma moderna necesita algo más fino, más sensible, más cerebral, que no sea un único paso cadenciado y uniforme como el de un pelotón de soldados marchando. Necesita ante todo de sensibilidad, de una estética nueva, más dinámica que plástica, de una coreografía algo mundana, que sea más arte que sport.(...) Se necesitaba una danza más compleja y osada, más nerviosa y sensible, más profunda y atormentada, más refinada y dinámica, hecha de impulsos y detenciones, de actitudes imprevistas y de posturas significativas, más artística y literaria, una danza que fuera la traducción plástica y dinámica de una música escrita prevalentemente en menor y plasmada sobre una tonalidad triste, armónicamente angustiada y saturada de pasiones y de enervante poesía.75 El investigador Enrique Cámara de Landa ha documentado el éxito masivo del tango en Italia -y al resto de Europa- desde mediados de la segunda década del siglo XX, y el desarrollo en la península de un tango con características originales, que tomó el nombre de tango liscio (tango liso), a partir de una fusión del tango, con el vals, la polca, la mazurca, que aún se practica en la actualidad.75 La Primera Guerra Mundial declarada en 1914 frenaría la difusión internacional del tango y habrá que esperar hasta su finalización, para que se reiniciara la expansión mundial del género. Mientras tanto, al bandoneón le siguió el piano. Del mismo modo que el bandoneón había reemplazado a la flauta, constituyéndose en el corazón del mismo, el piano reemplazó a las guitarras en la orquesta típica. Ante públicos cada vez más numerosos, la guitarra carecía del volúmen suficiente y de potencia rítmica para el baila. Del mismo modo que Maglio y Greco habían incluido el bandoneón en la orquesta de tango, es Roberto Firpo y su famosa orquesta, el referente de la inclusión del piano, a partir de 1912. Otro de los primeros pianistas fue Agustín Bardi, autor de gran cantidad de tangos exitosos, "Gallo ciego", y ya en la década de 1930, "Nunca tuvo novio" (con Cadícamo). Simultáneamente, el brillante y malogrado Eduardo Arolas (1892-1924), llamado "el tigre del bandoneón", muestra la potencialidad para el tango de un instrumento aún no plenamente descubierto, y que encontraría su plenitud recién en la década siguiente, con Pedro Maffía. Arolas, fallecido cuando apenas contaba con 32 años, es uno de los más destacados puentes entre la Guardia Vieja y la Guardia Nueva, inaugurada casi simultáneamente con su muerte.77 Francisco Canaro (1888-1964), uno de los padres de la orquesta típica de tango. Creó el sexteto típico en la década de 1910 y la orquesta sinfónica de tango en la década de 1930. En 1916 el inmigrante uruguayo Francisco Canaro da forma en Buenos Aires a una orquesta típica con estructura de sexteto (dos bandoneones, dos violines, piano y contrabajo) e instrumentistas de primer nivel: José Martínez (piano), Osvaldo Fresedo y Pedro Polito (bandoneones), Rafael Rinaldi (violín) y Leopoldo Thompson (contrabajo). Esta integración establecerá la instrumentación típica del tango por décadas y será quien forme las primeras grandes orquestas. Canaro, quien era además un compositor prolífico, será la primera gran estrella del tango y el primero en ser contratado para las fiestas de la clase alta. Ya en las décadas siguientes alcanzaría un enorme éxito internacional, se volvería una estrella de la radio, el disco, el teatro musical y el sainete criollo, con más de 3.500 grabaciones y acumularía una fortuna tal que su nombre se convirtió en sinónimo de millonario en el habla cotidiana: «tiene más plata que Canaro».78 Entre sus innumerables canciones y éxitos pueden mencionarse "Madreselva" («Vieja pared del arrabal, tu sombra fue mi compañera»), "Sentimiento gaucho" («En un viejo almacén del Paseo Colón, donde van los que tienen perdida la fe») y «Se dice de mi», que años después se identificaría con Tita Merello. El uruguayo Gerardo Becho Matos Rodríguez (1897-1948), con 19 años fue el autor del tango "La cumparsita", brillante cierre de la Guardia Vieja. La Guardia Vieja encuentra la inmortalidad en una obra instrumental compuesta por un jóven montevideano de 19 años: "La cumparsita", de Gerardo Matos Rodríguez. En 1916 Roberto Firpo la arregla y la estrena en Montevideo. El título se refiere a las comparsas de carnaval, una fiesta popular a la que el tango estuvo ligado desde el inicio.79 Años después Enrique Pedro Maroni y Pascual Contursi escribieron la letra más conocida («si supieras / que aún dentro de mi alma...») y Carlos Gardel la graba, haciendo un éxito mundial.79WIKIPEDIA

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