¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!

¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!
AmPaRo EsTeVeZ SaViZa - ¡BIENVENIDOS!

sábado, 22 de agosto de 2015

El folklore gauchesco (2)

Todas las entradas
El folklore gauchesco La existencia propia de los gauchos llegó a adquirir en ambas bandas del Río de la Plata, hacia el s XVIII, una tipicidad suficientemente reconocida como para que fuera posible distinguir, en el panorama social de entonces, el género de vida peculiar de ese tipo humano, consustanciado con el ambiente de las pampas. Los múltiples aspectos de ese mundo agreste, ya se refieran a la indumentaria o la comida, a la equitación o las faenas, al habla o las supersticiones, a la poesía o las costumbres, configuran una cultura tradicional, popular (o de tipo folk, como dicen los técnicos) y funcionalmente regionalizada en las llanuras rioplatenses. Tales manifestaciones, cumplido el proceso de diferenciación típica en el medio social, a lo largo de etapas que acaso se inicien en el s XVII para culminar en el XIX, constituyeron lo que con riguroso sentido actual llamaríamos folklore gauchesco. En él se advierten, según el análisis que podemos hacer sobre la base del amplísimo material disponible, los rasgos caracterizadores que, en todas las épocas, regiones y circunstanicas, configuran la fisonomía de lo folklórico. Vale decir, que el patrimonio cultural del gaucho auténtico, estuvo integrado por fenómenos populares (propios de la cultura tradicional del folk), colectivizados (socialmente vigentes en la comunidad), empíricos (captados por la experiencia y no por aprendizaje teórico), funcionales (aptos para satisfacer necesidades colectivas), regionales, transmitidos por medios no escritos ni institucionalizados (por la palabra y el ejemplo y no por el libro ni la escuela), tradicionales y anónimos. Cuando, dentro del complejo conjunto de estas expresiones de vida gauchesca (en el orden material, social, espiritual, etc) es menester aludir a un sector determinado, debemos precisarlo con el adjetivo que corresponda: folklore musical, coreográfico, religioso, paremiológico, etc. el folklore así diferenciado, será el que agrupe las manifestaciones de esa índole que hayan cumplido todas las etapas del proceso cultural aludido y resulten populares, tradicionales, anónimas, etc. Lo que interesa destacar es que se trata en primer término, sustantivamente, de folklore; luego, en segundo lugar, determinadas con el adjetivo, las especies a las cuales nos estamos refiriendo entre las múltiples que aquel sustantivo comprende. Frente a este caso tan peculiar y determinado, traigamos a cuento las obras, de los más diversos géneros, cuyos personajes, temas, ambientes, etc, han sido tomados del tesoro tradicional y de la vida consuetudinaria del pueblo, es decir, del folklore. Éste proyecta sus reflejos, en todas las épocas de la historia de la civilización, a las más variadas manifestaciones de la cultura, ya sea poesía o música, teatro o cinematógrafo, industria artesanal, artes plásticas o televisión y, en general, alcanza hasta los planos de la política y las concepciones estéticas y filosóficas. Estos elementos populares y tradicionales en la obra creadora individual, deben ser distinguidos del fenómeno folklórico originario, auténtico, que sirve de germen inspirador. Es cierto que su influjo puede trasuntarse en los ambientes, tipos, formas, estilo y espíritu de las obras que reconocemos como creaciones propias, determinadas e instranferibles de creadores individuales, pero no podemos decir que sea folklore un lied de Schubert o las expresiones refranescas de Sancho o las escenas de un drama rural, o los tejidos industriales que estilizan motivos de la decoración tradicional. Para facilitar estos deslindes, se habla de fenómenos folklóricos por una parte y, por otra, de proyecciones de folklore. Éstas son la expresión de aquél, pero reflejadas fuera de su ámbito cultural, por la acción de personas determinadas o determinables que se inspiran en la realidad folklórica, cuyo estilo, formas, ambientes, etc, trasuntan, reelaboran o estilizan en sus obras, destinadas al público en general, preferentemente urbano (cuando no a refinadas élites), al cual se transmiten por los medios institucionalizados que la técnica pone en cada caso y en cada época, a su servicio. Augusto R Cortazar-http://www.elfolkloreargentino.com/ciencia/folkloregauchesco.htm

No hay comentarios: